Chapuman VII

La leyenda continúa

Era un día común, en un barrio común, en un país fuera de lo común. Era un jueves, para ser exactos. El profesor de física acababa de entregar las evaluaciones, ya corregidas, en 3ro "C". CHAPU, como la gran mayoría de sus compañeros, había reprobado. El profesor, con su natural simpatía, les dijo a sus alumnos que no se preocuparan, que iban a tener la oportunidad de levantar la nota con la prueba que tomaría la semana próxima.

—¿Qué temas van a ir en la prueba? —preguntó CHAPU.

—Voy a tomar —respondió el profesor— el efecto de los isótopos radiactivos de uranio sobre las capas de humedad condensada en un recinto atmosférico cerrado... —y así continuó una buena parte de la hora. Al terminar el discurso, CHAPU habló nuevamente:

—No entiendo.

—Es lo que hicimos el otro día en el laboratorio —dijo el profesor—, cuando calentamos el agua y se evaporó.

CHAPU, como ese día había faltado (que raro ¿no?), volvió a insistir:

—No entiendo.

El profesor, con gran paciencia, comenzó a dar ejemplos y ejemplos, llenó el pizarrón de fórmulas de toda índole y hubiera seguido por mucho tiempo más de no haber tocado el timbre de salida.

CHAPU se encontraba casi en coma 4, ya que su cerebro aún no lograba asimilar tanta información. Un buen sopapo de su enemigo y compañero de banco le acomodó las ideas. Luego de formar, se reunió con sus amigos en el lugar de meditación: los videos.

Tenían que planear algo para aprobar el examen de física antes de que termine el trimestre. En espera de una idea, se pusieron a jugar al metegol. CHAPU y NARIGMAN jugaban contra SUPERVACA. SUPER MATAR daba saltitos, intentando (inútilmente) ver lo que ocurría allí arriba, en el metegol. Enseguida llegó CAT-MAN, que se había retrasado porque lo llamaron a la bandera. El también se prendió en el juego.

En determinado momento, SUPER MATAR, pretendiendo colgarse del metegol para ver lo que pasaba, provocó que un jugador hiciera un molinete y la pelota fué a parar a la cabeza de CHAPU. Este incidente iluminó su mente, ocurriéndosele un plan que enseguida comentó con sus compañeros.

—Escuchen —dijo—, si queremos aprobar el examen de física tenemos que robar el examen que va a tomar el profesor y estudiar directamente de ahí.

—Ta' bien boludo —dijo SUPERVACA, más concentrado en el juego que en las palabras de su compañero.

Los demás también estaban de acuerdo. Acordaron encontrarse en ese mismo sitio (los videos) el sábado a la noche. El plan era tan simple como entrar a la casa del profesor y "tomar prestado" una copia del examen. Rato después, CAT-MAN se despidió de sus amigos y se fué, con la excusa de que quería llegar temprano a su casa para ver los dibujitos animados en el BIG CHANNEL. Al rato que se fué, regresó.

—¿Cómo, no era que te tenías que ir a tu casa? —preguntó NARIGMAN.

—Si recién salgo de la escuela —respondió sorprendido CAT-MAN—. Cuando me llamaron a la bandera, me puse todo colorado y lo único que recuerdo después de eso es que todos ya se habían ido, y me vine para acá. ¿No es cierto, preciosa?— dijo mirando a la lapicera en el bolsillo de su camisa. Ésta, como es de esperarse, no le contestó nada.

—Ya entiendo —dijo SUPERVACA— el que estaba acá hace un rato no era él, sino su hermano mellizo, TOMCAT-MAN.

—Seguro que MALEVO lo mandó a averiguar que pensábamos hacer —replicó NARIGMAN.

—GOOOOOOL —gritó CHAPU que, como de costumbre, le prestaba más atención al juego que a lo que pasaba a su alrededor.

Lo más lógico era que la operación se pospusiera, pero el sábado era el único día en el que podían reunirse todos. Es por eso que deberían afrontar la operación con el doble de cuidado, ya que MALEVO sería un obstáculo muy grande al que seguro harían frente.

Sábado, 21 hs. Una figura musculosa, con pantalones camuflados, se ataba los cordones de sus botines de guerra. Se colocó el cuchillo al cinturón, y se ató una cinta roja en la frente a modo de vincha. SUPERVACA estaba listo para la acción.

En otro lugar no muy lejos de allí, MATAR (esforzándose al máximo) corría muy despacito. Luego pegó un salto, le dió un puñetazo a una caja en el aire y de ella salió un hongo rojo. Se lo comió sin dudar, transformándose instantáneamente en ... SUPER MATAR BROS.

Ahora sí, lejos de allí, un chico se encerró en una cabina telefónica y, luego de un rato, salió de ella nada más y nada menos que CAT-MAN. Entre tanto, NARIGMAN terminaba de acomodar su arsenal de lápices y fibras en la mochila, al tiempo que preparaba su paleta de pintor con los colores más apropiados para la ocasión. Por último, CHAPU caminó hacia una calle oscura y, luego de llevarse por delante un poste de luz y a un perro (que lo mordió y murió intoxicado), se concentró. Cerró sus puños. Dejó que su fuerza interior se dirigiera a todo su cuerpo. Y en cuestión de segundos, se vió rodeado de una llama que multiplicó sus fuerzas (hay que tener en cuenta las matemáticas: 1 x 1 x 1 = 1), convirtiéndose así en el único, el inigualable, el inaguantable... CHAPUMAN!!!!

Bueno, dejemos ahora de lado las cursilerías estúpidas que lo único que hacen es engrosar el relato. Los amigos se encontraron en el lugar pactado y desde allí se dirigieron en colectivo hasta la casa del profesor de física. La gente los miraba por la forma estrafalaria en que iban vestidos. Algunos se reían, otros se alejaban teniendo miedo de que estén locos, y los perros los toreaban sin cesar cuando caminaban por las calles. Finalmente, llegaron hasta la casa de la víctima. CAT-MAN usó sus afiladas uñas para cortar un vidrio de la ventana. Una vez dentro de la casa, registraron todo. SUPER MATAR, haciéndose el distraído, fué a la cocina y arrasó con la heladera. CHAPUMAN fué al dormitorio y allí, sobre la mesa de luz, estaba su objetivo: el examen de la próxima semana. En realidad eran dos, idénticos, pero uno presentaba una mancha de café. Acaso el profesor escribió el examen y se le manchó, prefiriendo hacerlo de nuevo. CHAPUMAN se acercó. El profesor dormía profundamente. Nuestro héroe se seguía acercando, sus manos transpiradas se aproximaban al objetivo. Se acercaba más y más... Por fin tomó el preciado trozo de papel entre sus manos y lo hizo suyo. Jubiloso por el éxito, se dió vuelta y se marchó del dormitorio. En ese instante, SUPER MATAR se tiró un estruendoso pedo que despertó a toda la manzana. CHAPUMAN y sus amigos se dieron a la fuga instantáneamente. Habrían tardado menos si CAT-MAN hubiera hecho el agujero de salida mas pronto (recordemos que el que había hecho primero era el agujero de entrada, no el de salida). Corrieron a más no poder. SUPER MATAR estaba prendido de la cola de SUPERVACA, quien lo llevaba arrastrando por la calle. Cuando se alejaron una distancia razonable, pararon a tomar un respiro.

Poco les duró aquel descanso. Enseguida se vieron rodeados por adivinen quienes... sí, eran MALEVO y sus secuaces.

—Una vez más, CHAPUMAN, lo que fué tuyo ahora me pertenece —dijo MALEVO.

Intentó quitarle el examen a CHAPUMAN, pero éste tenía un plan. Simplemente salió corriendo, siendo seguido por sus amigos y los secuaces de MALEVO. Tras doblar una esquina se encontraron en un callejón sin salida. Los amigos se arrinconaron en el fondo. MALEVO y su pandilla se aproximaban amenazadores.

—Cúbranme —dijo NARIGMAN mientras sacaba sus fibras de la mochila.

Entonces CHAPUMAN, SUPERVACA, CAT-MAN y SUPER MATAR comenzaron a pelear ferozmente, impidiendo que cualquier enemigo se aproximara a NARIGMAN. Éste tomó sus fibras con una mano y su pincel con la otra, y comenzó a dibujar una salida en la pared.

CHAPUMAN y compañía retenía lo mejor posible a la pandilla de los chicos malos. NARIGMAN estaba casi agotado de tanto dibujar, pero su trabajo estaba casi concluido. En eso se le acerca CAT-MAN y le dice:

—Che, apurate que no vamos a poder aguantar más.

Mientras le decía esto, le dió unos golpecitos en la mano, estropeando la pintura y la salida. Y lo peor era que ya se habían gastado las fibras como para comenzar de nuevo. La defensa finalmente cedió, y QUELO lanzó su cadena, enrollando al escuadrón de CHAPUMAN e impidiéndole todo movimiento. MALEVO se acercó y les quitó el examen sin dificultad. CHAPUMAN rabiaba y apretó sus dientes. Tanto los apretó que uno se le rompió y calló al piso. MALEVO retrocedió unos pasos y dijo a sus compañeros:

—Acaben con ellos.

La pandilla de MALEVO se aproximaba a la de CHAPUMAN. Indefensos, no tenían ninguna posibilidad de escape. Ya estaban por atacar todos juntos de una vez cuando SUPER MATAR miró hacia el techo del edificio de al lado y gritó:

—¡MIREN!

Todos miraron hacia arriba. Y vieron asombrados como una figura que se ocultaba detrás de las sombras protectoras salía a la luz de la luna. Con las manos a la cintura, sus dos grandes orejas bien erguidas y una vincha que flameaba al viento, la sombra los observaba. Los espectadores no salían de su asombro. Y, en un momento dado, este personaje pegó un gran salto, cayendo en la cabeza de QUELO. Unas cuantas patadas más en las cabezas de los demás dejaron el lugar sin actividad de villanos... por el momento. En un abrir y cerrar de boca, cortó con sus poderosos dientes las cadenas que ataban a la pandilla de CHAPUMAN. Luego saltó nuevamente al edificio de donde había salido y desapareció.

La pandilla de MALEVO ya comenzaba a levantarse, algo aturdida aún. CHAPUMAN, consciente de que llevaba la ventaja ahora, gritó:

—¡¡¡ATAQUEN MUCHACHOS!!!

Luego de un ratito, y al ver que no hacían nada, CHAPUMAN se dió vuelta y vió que sus amigos ya se habían hecho humo. Para no ser menos, el también salió corriendo. No se sabe si es por ser buen atleta o por tener mucho cagaso, lo cierto es que enseguida alcanzó al último de sus amigos (SUPER MATAR, que iba colgado de la cola de CAT-MAN ahora). NARIGMAN se colgó del colectivo que se le escapaba sin siquiera despedirse. Los demás se quedaron en la parada esperando. Planeaban hacer una copia del examen para cada uno al día siguiente. Pero cantaron victoria muy rápidamente. MALEVO los había encontrado con la ayuda de la rata rastreadora de CROTOMAN. Esta vez estaba furioso, y planeaba usar su arma mortal contra CHAPUMAN: la bazooka que transforma todo en carne, de esta forma puede comerse después a sus enemigos. CHAPUMAN recordaba muy bien esa arma: una vez ya le habían transformado el pelo en una pata de pollo con ella (afortunadamente el efecto era sólo temporario). Ahí nomás salieron todos corriendo por distintos caminos. MALEVO disparó sin piedad. Apretaba el gatillo una y otra vez. Y uno de sus disparos logró acertarle en el culo a CHAPUMAN, convirtiéndole las nalgas en cuadril. Enseguida aparecieron un montón de perros callejeros muy hambrientos, con intención de comerle el tuje. SUPER MATAR se les adelantó, y le encajó un tremendo mordisco a CHAPUMAN. Éste gritó y corrió más fuerte. CAT-MAN, asustado por los perros, saltó sobre la cabeza de CHAPUMAN y, en un intento desesperado por agarrarse de cualquier lado, le tapó los ojos (bah, sólo un pedacito). Ahora CHAPU corría a ciegas y, por increíble que parezca, no se tropezaba con nada. Llegó a una esquina y dobló. Dos cuadras más adelante se terminaba la calle. Les esperaba un porrazo seguro y muchos mordiscones. Pero, en el sitio donde se terminaba la calle, estaba alguien que los protejería: SUPERVACA.

CHAPUMAN se estaba acercando. Los perros le venían pisando los talones. CAT-MAN maullaba desesperado. MATAR hizo un provechito. Todo dependía del vacuno amigo. SUPERVACA aparentaba estar tranquilo. Lentamente, se paró como lo hacen los cow-boys en las películas del oeste. Ambas manos abiertas, a la altura de la cintura. Y, colgando del lado derecho del cinturón, la única esperanza de nuestros amigos: la pistola de leche pasteurizada. CHAPUMAN ya estaba allí. Sólo los separaba tres...dos...un metro. Había que calcular el momento justo, el segundo exacto. En tan sólo milésimas de segundos, SUPERVACA desenfundó, apuntó y apretó el gatillo. La leche pasteurizada a presión lanzó a los perros unos metros atrás. Simultáneamente, CHAPUMAN atravesaba la pared de ladrillos de un cabezazo, siendo protegido inconscientemente por CAT-MAN. SUPERVACA seguía disparando sin mostrar compasión. Cuando los perros estuvieron totalmente bañados en leche, SUPER MATAR se imaginó que eran cereales de colores con leche y se los comió a todos sin convidar a nadie.

Llegaron MALEVO y su pandilla, y entre todos dejaron fuera de combate a SUPERVACA. CHAPUMAN y CAT-MAN estaban desvanecidos a causa del zambombazo que se dieron contra la pared, y a MATAR le dolía la panza por haber comido mucho. Luego de registrar a CHAPUMAN y a sus amigos, MALEVO no encontró el examen. Decidió raptar a CHAPUMAN para que obligarlo a decirle donde lo escondió cuando volviera en sí.

Cuando CHAPUMAN abrió los ojos, se encontró a sí mismo atado a una cama en una habitación iluminada solamente por una lamparita. Rato después llegó MALEVO, quién ordenó a CROTOMAN que desatara al rehén. Después lo sometieron a las más grandes torturas (mostrarle videojuegos y no dejarlo jugar, no dejarle ganar en el metegol, etc.). Ya exhaustos de tantas pruebas, se convencieron de que CHAPU no tenía idea de a dónde cuernos fué a parar el examen de física. Pero no iban a dejarlo irse así por las buenas. Tenían que divertirse un rato. Así que llamaron al resto de la pandilla, y una vez que estuvieron todos reunidos iniciaron una serie de pruebas para divertirse a costillas de CHAPU. Si ganaba en todas ellas lo dejarían libre.

La primer prueba era una pulseada contra el ALACRÁN. Ambos contrincantes se sentaron y apoyaron los codos sobre la mesa. Una vez listos, comenzaron. CHAPUMAN transpiraba mucho. El ALACRÁN aparentaba no sentir nada. Cuando la cosa estaba muy pareja se pusieron de pie los dos. Enseguida el ALACRÁN lanzó una patada hacia las costillas de CHAPU. Este se aguantó el golpe como pudo, y respondió con varias patadas. Al rato se estaban cagando a palos, pero siempre agarrados de las manos. Cuando se quisieron dar cuenta, habían salido de la casa en donde estaban. CHAPU vió que detrás del ALACRÁN había una zanja. Si dudarlo, lo empujó fuertemente. Pero como olvidó que estaban agarrados de las manos, el también se fué de jeta contra el verdín y tragó un sapo. Rápidamente se levantó y salió corriendo. Cuando ya se había alejado bastante y dejaron de perseguirlo, se detuvo un momento. En ese instante apareció delante de él la GALLEGA.

—Te voy a llevar de vuelta con MALEVO —dijo ella.

—Dale, dejame pasar —dijo CHAPU.

—No, tenemos una cuenta pendiente, ¿te acordás? —le dijo la GALLEGA.

CHAPUMAN pensó un instante. Y entonces recordó a qué se refería la GALLEGA. Semanas atrás ella tenía que hacer un llamado muy importante y...

—Dale CHAPU, prestame 20 centavos para una ficha de teléfono...

—NO.

—Te juro que mañana te los devuelvo, es muy urgente...

—NO.

—En serio, no seas tacaño, mañana te los voy a devolver sin falta...

—NO.

...ahora la GALLEGA buscaba venganza. Sin decir nada más, se abalanzó sobre CHAPU, llenándole la cara de dedos. Éste intentó defenderse. Los golpes que lograba esquivar iban derechitos hacia una pared. Luego de un ratito, ésta se derrumbó. En eso llegaron los demás, y comenzaron a patotearlo entre todos. Afortunadamente para CHAPU, justo acertó a pasar por ahí el profesor de física. Éste, al ver como maltrataban a uno de sus alumnos, intervino y dijo:

—Eh, ¿por qué no se meten con uno de su tamaño?

La pandilla de MALEVO dudó por unos momentos. Luego se miraron entre sí y finalmente... se lanzaron sobre él y le pegaron. CHAPU aprovechó la ocasión para escapar.

Dos días después (el lunes) se encontraba en los videos, haciendo tiempo antes de entrar a la escuela. Realmente dudaba en ir, ya que se había enterado por otros compañeros que el resto de la pandilla no lo hariía ese día: a SUPERVACA todavía le duraban los golpes de la vez anterior, NARIGMAN estaba resfriado, CAT-MAN tenía vendajes y yeso por todos lados y a SUPER MATAR todavía le dolía la panza. Mientras tanto, en la escuela, MALEVO tenía otro plan: el pensó que si CHAPU no tenía el examen, uno de sus amigos debía tenerlo. Así que si lo raptaba de vuelta podría obligarlos a que se lo den. Para llevar a cabo esto (y para estar prevenido por si aparecen los amigos de CHAPU), se fué a la escuela con un grabador y un cassette muy especial. Una vez conectado el grabador a los parlantes de la escuela, colocó el cassette y oprimió PLAY. Inmediatamente toda la escuela se vió envuelta por la música de BOB MARLEY. Pero, entremezclado con la música, había un mensaje subliminal. En poco tiempo todos los alumnos se convirtieron en zombies a las órdenes de MALEVO. Éste les ordenó que fueran a buscar a CHAPU y se lo trajeran vivo. Así lo hicieron. CHAPUMAN luchó valientemente contra todos ellos, pero al ser demasiados, finalmente cayó al suelo exhausto. Para darle emoción al relato, CROTOMAN se subió al techo de una de las aulas, y debieron llevarle a CHAPU hasta allá arriba. Cuando éste último despertó, comenzaron a pelear. Estaba tan cansado que CROTOMAN lo pudo empujar y lo hizo caer, quedando muy precariamente agarrado de un borde del techo. Ya le iba a pisar los dedos cuando...

-¡¡ALTO!!

CROTOMAN miró a un costado y en ese instante, CAT-MAN pegó un salto hasta el techo, le encajó una tremenda patada en la jeta y sujetó a CHAPU con el brazo que no tenía enyesado. CROTOMAN se incorporó y ordenó a sus ratas amaestradas atacar. Se prendieron por todo el cuerpo de CAT-MAN, haciéndolo padecer la más espantosa agonía. CHAPU, al ver lo que ocurría, dijo:

—CAT-MAN, soltame y salvate vos que podés.

—Ni pensarlo —respondió su amigo.

—Voy a hacer algo que es lo mejor para los dos. Te cortaré el brazo, así yo caeré y podrás salvarte vos —dijo, mientras colocaba su mano como para dar un golpe de karate.

—¿¡¿Estás loco?!? —gritó CAT-MAN. Ahí nomás lo soltó, CHAPU cayó al piso y se hizo mierda.

Entonces CAT-MAN se dió vuelta y, le dijo a CROTOMAN:

—Has logrado enfurecerme, y eso... eso es un grave error.

En ese momento, el gato hizo fuerza, levantó sus puños y todas las ratas que tenía pegadas cayeron al piso y salieron corriendo. Luego corrió hacia CROTOMAN y, utilizando sus garras de gato, traspasó su capa de mugre, para luego cortarlo en rodajas. Entonces llegó el CHORRO. Iba a ultimar al minino cuando llegó SUPERVACA.

—Vos andá a ayudar a CHAPU, —le dijo a CAT-MAN— yo me ocupo de éste.

Así lo hizo el gato, mientras SUPERVACA sostenía una encarnizada batalla con el CHORRO. El techo del aula no resistió ni el peso ni los saltos que deban las dos bestias, y se vino abajo. Continuaron la lucha dentro del aula, arrojándose mesas, sillas, el pizarrón, alumnos y profesores. Después de tantas piñas, las paredes también se vinieron abajo. Hubieran seguido destruyendo la escuela de no ser porque al CHORRO le agarró hambre, y se fué a almorzar a JUMBO. Ya estaba más tranquilo cuando vió que la GALLEGA se le venía encima con intenciones de romperle la cara. En eso, un naso se colocó delante de sus pies, haciéndola tropezar y caer de bruces al suelo. ¡Sí, era NARIGMAN! A pesar de su resfrío, arriesgaba su vida (y la de los demás, si se le llegaba a escapar un estornudo) para auxiliar a sus amigos. El ALACRÁN intentó atacar también, y justo llegó SUPER MATAR, también convaleciente del dolor de panza. Pretendiendo imitar la hazaña de NARIGMAN, se colocó delante del ALACRÁN, pensando que lo haría tropezar y caer. Éste frenó su carrera un instante y lo pateó con todas sus fuerzas, dejándolo estampado contra una pared. Sin embargo, le dió tiempo a NARIGMAN a reaccionar y lo puso fuera de combate con unos cuantos golpes ninja. Entonces CHAPU se incorporó y les dijo:

—Muchachos, me alegra que se acordaran de mí y vinieran a ayudarme.

—Ma' que acordarnos de vos —le respondió NARIGMAN—. Lo único que nos interesa es el examen de física.

Entonces MALEVO se subió a otro techo de otra aula y les dijo que le dieran el examen.

—No lo tenemos —le respondieron.

—¡MIENTEN! —dijo MALEVO—. Y como no me digan dónde lo escondieron los voy a dejar más aplastados que la silla de Santillán.

Luego, al no obtener respuesta, chasqueó sus dedos y todos los alumnos de la escuela (aún bajo el control de MALEVO) atacaron a la pandilla de CHAPU. Éstos comenzaron a defenderse como pudieron. Cuando ya parecía estar todo perdido, a SUPER MATAR le pegaron una patada y lo mandaron a volar. Éste pegó contra el grabador y lo rompió. Al parar la música, todos volvieron a la normalidad y regresaron a sus aulas. MALEVO, enojado por este hecho, decidió usar su golpe fatal. Se concentró. Estaba a punto de largarlo cuando una voz le gritó:

—¡ALTO!

Dirigió su vista hacia abajo y no vió nada. Pero, enseguida en la tierra se abrió un pozo, y de él salió el misterioso personaje que había ayudado a CHAPUMAN y sus amigos días atrás. Y éste personaje resultó ser nada más y nada menos que... SUPERCONEJO. MALEVO salió de su asombro y le dijo:

—¿Cómo te atreves a hablarme así?

—Yo hablo como se me da la gana —le respondió—. No molestes más a los amigos de CHAPUMAN porque ellos no tienen el examen.

—¿Y quién lo tiene, entonces? —preguntó intrigado MALEVO.

—YO.

Y diciendo esto, le mostró el papel que tantos problemas había ocasionado.

—Te ordeno que me lo dés ahora mismo —dijo amenazadoramente MALEVO—. De lo contrario, vos y tus amigos van a sufrir las consecuencias.

Luego de pensarlo un rato, SUPERCONEJO hizo un avioncito con el papel, y cuando se lo estaba por tirar a MALEVO, dirigió su vista hacia CHAPUMAN y le tiró el avioncito a él, embocándoselo en el ojo.

—OOSSSOO —dijo CHAPU.

—Ahora van a ver de lo que soy capaz —aulló MALEVO.

Nuevamente se preparó para lanzar su golpe mortal, que mataría a todos los seres vivos en un radio de 10 km. a la redonda. Todo parecía estar perdido ya, cuando SUPER MATAR, que se empezaba a sentir mal de nuevo, se tiró un pedo que hizo retumbar todo. Casi instantáneamente todos tuvieron la misma idea. NARIGMAN, aprovechando su resfrío, puso en juego la vida de sus compañeros y estornudó, apuntando a la pared del aula sobre le cual estaba MALEVO. Esta empezó a descascararse y aflojarse. SUPERCONEJO corrió hacia ella y le propinó una tremenda patada, haciendo que se venga abajo toda el aula. SUPERVACA cazó a CHAPUMAN de las antenitas y MATAR se prendió de su cola. Todos salieron corriendo, tratando de escapar de la avalancha de escombros que se les venía encima. Estaban por ser sepultados vivos, entonces CHAPUMAN agarró a CAT-MAN de la cola, mientras SUPERVACA agarró a NARIGMAN del naso y de un salto se trepó al mástil de la bandera. La avalancha arrasó con todo, y al destruir el laboratorio, los compuestos químicos en él estallaron, creando un incendio infernal.

Horas mas tarde el incendio se había extendido a todo el vecindario, ya que los bomberos no podían llegar al lugar porque las calles estaban llenas de pozos. Días después, cuando el siniestro estuvo controlado, CHAPUMAN y sus amigos pudieron bajar del mástil. Lo primero que hicieron cuando bajaron fué ir a los videos, pero también se habían incendiado.

—Bueno —dijo CHAPUMAN—, al menos conseguimos el examen.

—Me temo que no —le respondió CAT-MAN—. Mientras estábamos en el mástil a MATAR le dieron ganas de cagar y lo usó como papel higiénico. Después se lo comió.

Meses después (cuando la escuela fué reconstruida). Los amigos se encontraban nuevamente en las aulas. Aunque parezca increíble, MALEVO y su pandilla habían sobrevivido, ya que su jopo lo protegió a él y a sus compañeros del derrumbe. Al menos aprendieron algo de todo esto: nunca le confíes nada a MATAR porque se lo come.

El profesor de física acaba de entregar las notas. CHAPUMAN y sus amigos, como es de esperarse, han reprobado. Sin embargo, el profesor les dice que no se alarmen, ya que tendrán otra oportunidad en el próximo examen. A CHAPU se le iluminan los ojos (casi deja ciegos a sus compañeros con el brillo de esos reflectores). Quizás, la próxima vez...

FIN

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